Este blog es acerca de salud física, mental, emocional y espiritual que debemos tener todas las personas para que nuestro cuerpo realice todas sus funciones de forma integral. En el mismo orientamos con diferentes consejos y recomendaciones para llevar un estilo de vida saludable.
Los estilos de vida saludable hacen referencia a un
conjunto de comportamientos o actitudes cotidianas que realizan las personas,
para mantener su cuerpo y mente de una manera adecuada.
Entendemos por estilo de vida saludable aquellos hábitos de nuestra vida diaria que nos ayudan a mantenernos más sanos y con menos limitaciones funcionales. Para llevar una vida más sana nos debemos centrar, principalmente, en dos aspectos: nuestra dieta y el ejercicio físico.
De igual modo, el estilo de vida es la base de la calidad
de vida, concepto que la Organización Mundial de la Salud OMS- define como la
percepción que un individuo tiene de su lugar en la existencia, en el contexto
de la cultura y del sistema de valores en los que vive y en relación con sus
objetivos, sus expectativas, sus normas, sus inquietudes.
Los estilos de vida están relacionados con los patrones de
consumo del individuo en su alimentación, de tabaco, así como con el desarrollo
o no de actividad física, los riesgos del ocio en especial el consumo de
alcohol, drogas y otras actividades relacionadas y el riesgo ocupacional. Los
cuales a su vez son considerados como factores de riesgo o de protección,
dependiendo del comportamiento, de enfermedades transmisibles como de las no
transmisibles (diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer, entre otras).
¿Qué relación tiene la Calidad de Vida con los Estilos de
Vida Saludables?
La calidad de vida está relacionada con los siguientes
aspectos:
•Satisfacción
en las actividades diarias.
•Satisfacción
de las necesidades.
•Logro de
metas en la vida.
•Autoimagen
y la actitud hacia la vida.
•Participación
de factores personales y socio ambientales.
¿Qué estilos de vida negativos afectan la salud y la
calidad de vida?
Entre los estilos de vida que afectan la salud y con ello
la calidad de vida de las personas, se encuentran los siguientes:
Estilo de vida.
Desde el punto de vista
de la Salud, Estilo de Vida es el “conjunto de decisiones que toma el individuo
con respecto a su salud y sobre las cuales ejerce cierto grado de control”, lo
que produce satisfacción y una vida sana y armónica. Entre los estilos de vida
saludable tenemos:
Dieta equilibrada
Consumo escaso o
nulo de alcohol
No fumar
No consumo de
drogas
Chequeos médicos
periódicos • Actividad física
Bajos niveles de estrés
Orden, aseo,
higiene Por otro lado se encuentra el medio ambiente, sobre el cual el
individuo como tal tiene poco o ningún control. Un ejemplo de esto son los
peligrosos para la salud que representa la contaminación del aire y del agua,
los ruidos ambientales.
La
salud física es el bienestar del cuerpo y el óptimo funcionamiento del organismo,
que se encuentran en buen estado físico,
mental y emocional. La OMS define la actividad física como cualquier movimiento
corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo
de energía. Ello incluye las actividades realizadas al trabajar, jugar y
viajar, las tareas domésticas y las actividades recreativas.
La
expresión «actividad física» no se debería confundir con «ejercicio», que es
una subcategoría de actividad física que se planea, está estructurada, es
repetitiva y tiene como objetivo mejorar o mantener uno o más componentes del
estado físico.
Además
del ejercicio, cualquier otra actividad física realizada en el tiempo de ocio,
para desplazarse de un lugar a otro o como parte del trabajo, también es
beneficiosa para la salud. La actividad física tanto moderada como intensa es
beneficiosa para la salud.
Para
asegurarnos de que sí vamos a llegar lo más lejos posible en la vida, tenemos
que cuidar a nuestro cuerpo de la mejor manera.
Dicha
salud física, se logra con ejercicio o deporte, buena alimentación y con una
buena salud mental.
La Organización Mundial
de la Salud (OMS) define la salud como aquel estado de bienestar que va más
allá de no padecer enfermedades y que incluye también el bienestar físico,
mental y social. Cuando las personas se
encuentran en óptimas condiciones de salud físicas pueden realizar diversas
actividades, fomentar el bienestar y seguir desarrollando o cultivando las
habilidades en pro de su salud general. La salud física también
se refiere a los análisis o estudios relacionados con la alimentación y la
nutrición, las enfermedades o afecciones que pueden preexistir y las que se
pueden prevenir, la actividad física a realizar, e incluso, se refiere a la educación
acerca de cómo mantener un estado de vida saludable. Cuando un individuo
goza de un buen estado de salud física su cuerpo goza de solidez y carece de
enfermedades, por tanto su salud mental y emocional también se encuentran en
buen estado. Sin embargo, la salud
física puede verse afectada de diferentes maneras según el estilo de vida de
cada individuo, el entorno donde vive o trabaja, según la genética que posea e
incluso depende de la asesoría médica que reciba. Son muchos los casos en
los cuales, aunque las personas traten de llevar una vida sana, de una u otra
manera no lo logren y esto se puede relacionar en gran medida con el entorno
donde se desenvuelven y, por otra parte, a las enfermedades o afecciones
heredadas a lo largo de la familia.
Llevar una alimentación sana y
balanceada.
Mantener la higiene corporal,
debe ser una actividad diaria.
Dormir la cantidad de horas
recomendadas por los médicos.
Disponer de tiempo para
realizar ejercicios, por lo menos tres veces por semana.
Programar citas médicas
regularmente a fin de realizar chequeos generales y evitar o detectar posibles
enfermedades.
Fortalece tus huesos y
músculos
Disminuye la fatiga a la hora
de realizar esfuerzos
Te mantiene con un buen estado
de ánimo
Disminuye el estrés
Reduce el riesgo de padecer
enfermedades
Cómo mantener la salud física
Mantener un estado salud
física estable forma parte de las responsabilidades que cada persona tiene
consigo misma y se puede alcanzar de manera fácil y a través de la constancia.
Tener un estilo de vida
armónico, es decir, no dejarse llevar por los impulsos de las molestias,
preocupaciones o angustias, antes de actuar de manera impulsiva se debe
encontrar el equilibrio mental y sentimental.
Beneficios de cuidar tu salud
física
La salud física es esencial
para el mantenimiento y la prevención de las enfermedades, para todas las
personas y a cualquier edad. La actividad física contribuye a la prolongación
de la vida y a mejorar su calidad, a través de beneficios fisiológicos,
psicológicos y sociales. Gracias a una buena salud física, tu cuerpo podrá
contar con una solidez en cuanto a bienestar y carecerá de enfermedades. A
continuación te mencionamos algunos de sus beneficios:
Como puedes ver, la
importancia de la salud física es primordial para llevar una vida saludable.
Salud
mental y emocional
La salud física se relaciona
con los estados mentales y emocionales de cada individuo. Por ello, se suele
decir que cuerpo y mente se relacionan. Al contar con una salud física en buen
estado, se obtendrá también una salud mental y emocional sana y viceversa.
La salud mental y emocional
radica en el equilibrio que posee una persona con el entorno que lo rodea, sus
relaciones interpersonales, las capacidades comunicativas y expresivas, los
métodos aplicados para la resolución de problemas, entre otros.
La salud mental y emocional
deben estar en armonía con la salud física, porque en gran medida el hecho de
que una persona se sienta bien y lo demuestre es sinónimo de que es consciente
de que está en buen estado, y en caso de sobrellevar alguna enfermedad o problema
de salud, el tener pensamiento positivos y ser optimistas ayuda de forma
increíble al estado físico. La creatividad, espontaneidad,
disciplina, autoestima y seguridad personal dependen en un porcentaje del
estado mental y emocional de cada individuo. Mientras el estado mental y
sentimental de la persona sea estable y equilibrada, mejor será su desempeño en
las actividades de la vida cotidiana.
El camino para una mejor salud
La salud emocional le permite trabajar de manera productiva y
lidiar con el estrés de la vida cotidiana. Puede ayudarlo a alcanzar su máximo
potencial. Lo ayuda a trabajar con otras personas y contribuir a la sociedad.
También afecta su salud física. La investigación muestra un
vínculo entre un estado mental optimista y signos físicos de buena salud. Estos
incluyen una presión arterial más baja, un menor riesgo de enfermedad cardíaca
y un peso más saludable.
Hay muchas formas de mejorar o mantener una buena salud
emocional.
Sea consciente de sus emociones y reacciones. Observe lo que
lo pone triste, frustrado o enojado. Intente abordar o cambiar esas cosas.
Exprese sus sentimientos de manera apropiada. Informe a las
personas cercanas a usted cuando algo le molesta. Mantener ocultos los
sentimientos de tristeza o enojo aumenta el estrés. Esto puede causar problemas
en sus relaciones y en el trabajo o la escuela.
Piense antes de actuar. Dese tiempo para pensar y estar
tranquilo antes de decir o hacer algo de lo que pueda arrepentirse.
Maneje el estrés. Aprenda métodos de relajación para lidiar
con el estrés. Estos podrían incluir respiración profunda, meditación y
ejercicio.
Aspire al equilibrio. Encuentre un equilibrio saludable
entre el trabajo y el juego, y entre la actividad y el descanso. Tómese tiempo
para hacer las cosas que disfruta. Concéntrese en las cosas positivas de la
vida.
Cuide su salud física. Haga ejercicio regularmente, coma
comidas saludables y duerma lo suficiente. No abuse de las drogas o el alcohol.
Evite que la salud física afecte su salud emocional.
Conéctese con otros. Haga una cita para almorzar, únase a un
grupo y salude a los extraños. Necesitamos conexiones positivas con otras
personas.
Manténgase positivo. Concéntrese en las cosas buenas de la
vida. Perdónese por cometer errores y perdone a los demás. Pase tiempo con
personas sanas y positivas.
Encuentre propósito y significado. Descubra qué es importante para usted en la vida y concéntrese en eso. Podría tratarse del trabajo, su familia, una acción de voluntariado, cuidado u otra cosa. Dedique tiempo a hacer lo que le parezca significativo.
Aspectos a tener en cuenta
Las personas que tienen buena salud emocional también pueden
tener problemas emocionales o enfermedades mentales. La enfermedad mental a
menudo tiene una causa física. Esto podría deberse a un desequilibrio químico
en el cerebro. El estrés y los problemas con la familia, el trabajo o la
escuela pueden desencadenar enfermedades mentales, o empeorarlas.
Video de salud emocional
Salud social
La salud social se refiere a la capacidad que tienen los
individuos de convivir en concordancia con su salud física y su salud mental.
Es decir, la salud social indica cómo las personas pueden satisfacer sus
necesidades físicas y psicológicas a través de las circunstancias sobre las que
actúa cada individuo.
Por otra parte, a través de la salud social se puede
conocer cómo es la relación de las personas con su entorno y cómo llevan a cabo
sus actividades diarias, la cual puede funcionar como indicador del bienestar
general de las personas e incluso de las sociedades.
Salud espiritual
¿Qué es salud espiritual?
Cuando hablamos de la salud espiritual nos referimos a la búsqueda de significado, propósito y sentido en la vida. No importa de qué religión seas o ni siquiera si profesas una religión, sea cual sea tu creencia, tienes necesidades espirituales que buscan respuestas ante preguntas tales como ¿Cuál es el propósito de mi vida? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Qué pasa después de la muerte? Cuando estas preguntas tienen las respuestas adecuadas, puedes experimentar paz, plenitud, esperanza y consuelo para afrontar los momentos más difíciles, de tal modo que hasta puede mejorar tu sistema inmune. Alcanzar este estado de fortaleza espiritual será sumamente significativo en la recuperación de la salud o el bienestar integral
¿Cómo
puedo tener buena salud espiritual?
Alcanzar
bienestar espiritual es un proceso que dependerá de suplir las necesidades
espirituales recién mencionadas. Como todo proceso requiere tiempo y esfuerzo.
Y dependerá de la experiencia personal de cada uno.
Sin
embargo, hay algunos consejos prácticos que quiero recomendarte:
Fe: se
trata de confiar y creer aun cuando no entendamos el porqué o no logremos
visualizar lo que viene. Este elemento es esencial pues la esperanza se nutre
de la fe.
Oración:
háblale a Dios con un corazón sincero. Cuéntale tus preocupaciones, tus enojos,
tus angustias y también tus alegrías. Puedes hacerlo donde sea que estés, a la
hora que sea, en la forma que puedas; basta que lo hagas sinceramente.
Religiosidad:
expresa tu fe en las prácticas religiosas que profesas. Puede ser desde acudir
a la iglesia como en poner en práctica tu sentido de misión.
Ayuda:
Pide ayuda a personas de confianza ya sea entre tu familia, amigos, conocidos e
incluso a profesionales como un médico, un psicólogo, un capellán, un pastor,
etc. No te quedes solo en esto. Todos necesitamos ayuda en algún punto.
Servicio:
ayudar a los demás es fundamental para sentirnos bien. Busca donde estés a
alguien a quien apoyar. Puede ser desde una ayuda material hasta simplemente un
oído que escuche y acompañe.
Gratitud:
agradece por lo poco o mucho que tienes. Agradece a aquellos que han estado
siempre allí o simplemente agradece por esos actos pequeños de la vida que
hacen la diferencia. Pregúntate ¿Qué haría si no tuviera esto en mi vida o a
esta persona? La gratitud renueva el espíritu y nos ayuda a estar satisfechos.
Por lo
tanto, si quieres gozar de salud espiritual para tener paz y fortaleza aun en
medio de las pruebas de la vida, te invito a que ames, creas, sirvas,
agradezcas, no te aísles, busca ayuda y sobre todas las cosas busca a Dios con
tu corazón. Él prometió “Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme,
y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo
corazón” (Jeremías 29:12,13).
Recomendaciones para cuidar tu salud mental.
En 2002, la Federación Mundial
para la Salud Mental (WFMH) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)
decidieron proclamar el día 10 de octubre como el Día Mundial de la Salud
Mental, con el objetivo de concienciar a toda la población sobre los
principales problemas de salud mental en todo el mundo. Cada año, estas dos
instituciones proponen aprovechar el día 10 de octubre dar visibilidad a un
tema específico relacionado con la salud mental.
No existe una fórmula secreta específica para vivir mejor o por más tiempo, pero sí existen métodos que ayudan a las personas a llevar un estilo de vida saludable. Cuidarse y evitar los malos hábitos es la clave para prevenir enfermedades, así como ciertas condiciones que las personas suelen padecer. Algunas de las recomendaciones que puedes aplicar para mejorar tu estilo de vida
.
1. Lleva una dieta sana
Llevar una dieta sana es el factor clave para comenzar a tener una vida saludable. Las comidas deben contar con proteínas, carbohidratos, grasas, frutas y vegetales. Evite consumir comida chatarra, gaseosas, alcohol, golosinas, grasas, entre otros alimentos que no contribuyen positivamente a nuestro cuerpo.
2. Mantente activo
Otro factor clave es el ejercicio. No es necesario hacer largas y duras rutinas en el gimnasio para mantener a nuestro cuerpo en buen estado. Realizar caminatas cortas, montar bicicleta, practicar yoga o trotar por al menos media hora al día es suficiente para contribuir con un estilo de vida saludable.
3. Descansa
Recuerda que nuestro cuerpo necesita dormir y descansar después de largas jornadas. Lo recomendado es dormir entre 7 y 8 horas al día. Si no es posible completar el ciclo de sueño recomendado, toma pequeñas siestas. Estas ayudarán a tu cuerpo a recuperar energías.
4. Evita fumar y consumir alcohol
Fumar y beber alcohol de forma excesiva es dañino para nuestra salud. Afecta directamente a órganos importantes como nuestro hígado, pulmones y corazón. De igual manera, es recomendable evitar concurrir a aquellos lugares contaminados por el humo del cigarro. Muchos expertos afirman que podría ocasionar peores daños que fumar.
5. Disminuye la ingesta de comida chatarra
Las grasas consumidas deben ser menos del 30% de la ingesta
total de energía. Esto ayudará a prevenir el aumento de peso no saludable. La
OMS recomienda reducir las grasas saturadas a menos del 10 % de la ingesta
total de energía; las grasas trans a menos del 1% de la ingesta total de
energía; y reemplazar tanto las grasas saturadas como las trans por no
saturadas.
Las grasas insaturadas preferibles se encuentran en el
pescado, el aguacate, las nueces, los aceites de girasol, la soya, la canola y
la oliva. Por su parte, las grasas saturadas se encuentran en la carne grasosa,
la mantequilla, el aceite de palma y de coco, la crema, el queso, el ghee y la
manteca de cerdo.
Las grasas trans se
encuentran en los alimentos horneados y fritos, y en los refrigerios y
alimentos preenvasados, como la pizza congelada, las galletas, los bizcochos y
los aceites y productos para untar.
6. Revisa tu presión sanguínea regularmente
A la hipertensión, o presión arterial alta, se le conoce
como un asesino silencioso. Esto se debe a que muchas personas que tienen
hipertensión pueden no ser conscientes del problema, ya que es posible que no
presente ningún síntoma.
Si no se controla, la hipertensión puede provocar
enfermedades cardíacas, cerebrales, renales y de otro tipo. Haz que un
trabajador de la salud controle tu presión arterial con regularidad para que
sepa tus cifras.
Si tu presión arterial es alta, necesitarás contar con un
tratamiento lo antes posible. Esto es vital en la prevención y control de la
hipertensión.
7. Vacúnate
La vacunación es una de las formas más efectivas de
prevenir enfermedades. Las vacunas funcionan con las defensas naturales de tu
cuerpo para crear protección contra diversas enfermedades.
Entre estas se encuentra el cáncer de cuello uterino, el
cólera, la difteria, la hepatitis B, la influenza, el sarampión, las paperas,
la neumonía, la poliomielitis, la rabia, la rubéola, el tétano, la fiebre
tifoidea, el Covid y la fiebre amarilla.
8. Lava tus manos adecuadamente
La higiene de las manos es fundamental no
solo para los trabajadores de la salud, sino para todos. Las manos limpias
pueden prevenir la propagación de enfermedades infecciosas. Debes lavarte las
manos con agua y jabón cuando estas estén visiblemente sucias.
9. Prioriza tu salud mental
La depresión es una enfermedad común en todo
el mundo con más de 260 millones de personas afectadas. Puede manifestarse de
diferentes maneras: Puede hacerte sentir desesperanzado o sin valor, o puedes
tener pensamientos negativos y perturbadores y una abrumadora sensación de
dolor.
Si estás pasando por esto, recuerda que no
estás solo. Habla con alguien en quien confíes, como un miembro de la familia,
un amigo, un colega o un profesional de la salud mental, sobre cómo te sientes..
10. Viaja
Diversos estudios aseguran que
viajar contribuye en gran medida a llevar un estilo de vida saludable. La
rutina y la tensión de la ciudad, generan altos factores de estrés, provocando
dolores en el cuerpo y molestias. Realiza pequeños paseos o viajes a lugares
nuevos. Esto te ayudará a despejar tu mente y a liberar la tensión.
Ahora conoces cómo mantener un
estilo de vida saludable. Esperamos que este artículo te haya sido útil.
Recuerda que tu salud es importante y es necesario que realices actividades que
te mantengan sano.